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Historia

Historia de Micrapel

14 de octubre de 1986, todo preparado para emprender una nueva aventura. Sin saber lo que depararía el futuro, pero con una ilusión enorme, se constituye una empresa en Sevilla con una actividad innovadora en ese momento, informática acompañada de material de oficina.

La incertidumbre estaba asegurada, al igual que las ganas de aportar soluciones a sus clientes.

No fue fácil tomar la decisión, pero Félix Arenado decidió apostar por Micrapel tras dejar un trabajo estable en una empresa de informática.  Absorto por la necesidad que se estaba creando en ese momento de adquirir sistemas informáticos y la falta de empresas especializadas en este sector, hizo que no se lo pensara dos veces. Apoyada por el material de oficina, fue creando su primera cartera de clientes. Su hermano Antonio Arenado, no dudó en acompañarlo ni un segundo, dejando todo para ir juntos de la mano.

Invirtieron todo el tiempo y dinero que tenían y aunque no fue un camino fácil empezaron a contratar a sus primeros empleados y a ampliar sus instalaciones. “Nuestra mayor ilusión era pensar que varias familias podían vivir gracias a nuestro trabajo realizado en equipo”

Pero, poco a poco los clientes empezaron a demandarle servicios gráficos, y Félix que siempre ha tenido un espíritu muy emprendedor, vio cómo se abría una oportunidad a la que no quería dejar pasar, por lo que ampliaron sus servicios sin saber que muy pronto se convertiría en su actividad principal. Antonio por su parte estaba inmerso en la gestión interna de la empresa. 

Cada cliente les hacía crecer y Félix al tratar con cada uno de ellos se dio cuenta de la necesidad que tenían de ser mimados. Así, que cogió su maletín y puerta por puerta empezó a visitarlos en sus puestos de trabajo. Casi sin darse cuenta creó tendencia, ya que los clientes para demandar sus necesidades gráficas eran los que se desplazaban hasta el taller de imprenta y esta figura la conocemos hoy en día como agente comercial de artes gráficas.

En el año 2000 dan un gran salto, se asocian con otras imprentas. Esto les permite crecer y aportar servicios gráficos a sus clientes, contratar más personal y ampliar su zona de actuación a toda Andalucía, especializándose en la impresión de sobres.

En 2012 y tras un análisis interno, deciden cerrar el departamento de informática para poder centrarse únicamente en servicios gráficos. Desde entonces han seguido innovando para ofrecer un mejor servicio, apostando por el, Packaging, vinilo, bolsas de asas y merchandising (reclamo publicitario), sin olvidar que lo más importante es la atención personalizada.

Hoy en día trabajan dos generaciones de la mano, aportando la sabiduría y experiencia de los mayores, y a las ganas de crecer de los más jóvenes.

Actualmente continúan invirtiendo y desarrollando nuevas líneas de negocio para poder servir en todo el territorio nacional, pensando siempre en la mejora continua.

Micrapel en la prensa

1988